miércoles, 28 de septiembre de 2011

Razones

EL siguiente post contiene palabras altisonantes, expresiones libres y sin censura. Si no te gusta leer opiniones diferentes a la tuya, probablemente deberías cerrar la página ya. Aclarado el punto, comencemos.

Si se han dado cuenta, tiene un ratito que dejé de intensear diario en Twitter. Podría inventarles mil cosas: trabajo, familia, etecé. Pero la realidad es que fue una sola cosa la que me llevó a bajarle el ritmo y separarme de esta afición: la decepción.

No es que sea yo autoridad para juzgar a nadie ni que esté en un pedestal por encima de muchos. Es ver la realidad con otros ojos y encontrar que las mismas razones que me invitaron a entrar a Twitter son las que me han alejado. Con urgencia, alrededor del mundo, se buscan y solicitan constanmente espacios para la libertad de expresión. Y una vez que tenemos esa libertad, se nos va en puro "CHINGAS A TU MADRE, CALDERÓN, VETE A LA VERGA, PEÑA NIETO, COME MIERDA, ANDRÉS MANUEL". Denunciamos hechos, nos quejamos... pero no solucionamos nada. No entendemos el concepto "si cooperas, puedes quejarte, si no, no estés cagando palo". Es decir, para los temas triviales, hacemos pancho y pedo. Para las cosas que valen, más tibios que mis webos.

Me cansé de ser buen ciudadano, de intentar respetar y exigir respeto para mí y mis ideas, me cansé de hacerles entender que su religión puede ser la satánica y eso está bien, siempre y cuándo no chinguen al prójimo, que ustedes pueden creer en Santa Clós y los Reyes y está perfecto, siempre y cuándo no le den en la madre al vecino. Pero no. Haciendo siempre de nuestro país lo que ha sido desde su inicio: una nación dividida, sin fronteras delimitadas pero si palpables aunque invisibles. Que América-Chivas, que si PRI-PRD-PAN, que si Televisa-TV Azteca. Siempre jalando las mulas para dos lados distintos. Pero, ¿hacemos algo real, algo que valga la pena?. Creo que no. Es bien pinche jodidamente fácil quejarme todo el puto día y echarle la culpa a terceros y cuartos de mi situación. ¿Pero cuándo he hecho algo que de verdad cambie mi vida y mi circunstancia? Es más fácil mentar madres 20 minutos y después irme a ver el fútbol soccer mediocrísimo o una pelea de box o una película estupidísima. Eso es lo que me decepcionó. Que mientras en otros países Twitter y Facebook han servido para derrocar dictadores, en México sigamos teniendo parásitos que cobran entre 200 mil y 700 mil pesos mensuales, que sigamos viendo estafas cómo la Estela de Luz y prefiramos hablar que el América está hasta el sótano, de que las cifras de muertos del y por el narco cada vez nos llega más arriba del cuello y estemos más felices burlándonos de AMLO y sus fans y comprando piratería a lo bestia, que permitamos y toleremos a los activistas de escritorio que usan "listas de donadores de esto y de lo otro" para poder ligarse chamaquitas (y adultitas) pendejas que babean por alguien que dice y no hace.

Creo que me decepcionó ser de los pocos que muerde y no ladra.
Pero igual y soy yo el que está mal. Igual y deba dejarme llevar por la corriente como muchos, sólo para saber lo que se siente ser "un mexicano normal".
Ya Dije.

1 comentario:

  1. Así es mi buen Mixteco, la gente vive inmersa en una mar de mediocridad desde hace siglos, parece que en nuestros genes esta locus de la mediocridad y se transmite de generación en generación...

    ResponderEliminar