Pero no puedes decir nada. Nada, nada, nada. Por una sencilla razón. Es una pareja gay. Decir algo sería “lesionar” sus derechos, sus libertades. Tú dime… ¿me equivoco?, ¿trasgredo sus derechos al pedir respeto a los míos?, ¿lesiono su libertad al pedir que no me muestren esas escenas porque YO NO LAS MUESTRO?. Tú dime… por pedir estas cosas… ¿soy homofóbico?. Ya estamos cayendo en los excesos en nombre de la tolerancia, del respeto, del vivir y dejar vivir. Ya estamos rayando en un libertinaje pasado de lanza. Y no, no es que me espante o me persigne. Tengo MUY BUENOS AMIGOS que son gays. Y ellos me aceptan cómo lo que soy (majadero, intransigente e incorrectamente político) y los acepto y los quiero como lo que son, sea cómo sea y sea lo que sea. Tú dime… quién es más irrespetuoso, aquel que trasgrede los derechos de los demás o aquel que de verdad vive su vida preocupándose por vivirla bien. Es en serio… yo ya me perdí… tú dime si estoy equivocado yo al percibir que ya nos estamos pasando de pendejos al dejar que “por no pisar la raya” de otras personas, dejemos que nos pisen la nuestra. Digo, yo lo veo así: si quieren ser tratados iguales, porque a final de cuentas, también son personas, son mexicanos, son humanos, lloran, ríen, sienten, se preocupan, se acongojan… para mí, entonces, son iguales y cómo tales, quiero que me respeten cómo yo los he respetado SIEMPRE. Punto.
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